martes, 12 de agosto de 2008

Te estoy observando

Como soy de la nobleza de las Borboletas una no puede salir a la calle como una plebeya. Mis amigos actúan de infiltrados, son mis guardaespaldas y detectives. Algunos me quieren entregar pero no a cualquiera, también hacen una selección de muchachos con los que si puedo intimar y con los que no, basandose en mis gustos y comentarios.
Ya hace un tiempo uno de ellos fue escrachado en una foto y era evidente que guardaba mi espalda, brazos cruzados, cara de serio.
El viernes pasado, en una fiesta, esas donde una se reencuentra con gente que no ve hace años, donde siempre hay "pendientes" de cuando se era joven, esas donde la presencia sorprende y las mismas donde lo primero que dicen es "qué grande D, nunca me voy a olvidar del día que te hiciste pis"..... cucú.... pero perdón, no podías evitarlo? guardarlo un instante, o por lo menos no gritarlo o recordarle a todos los presentes lo que pasó aquella vez?? en fin... el candidato que mi espía aprobaba no era de mi agrado, se encontraba presente también uno que viene haciendo un trabajito de hormiga pero que tampoco es de mi agrado, sin embargo, creo que los que hacen un buen laburo, merecen un pequeño reconocimiento. Todo el trabajo de este joven se vino abajo cuando mi detective fue al baño. Por lo visto no solo las mujeres hablan de sus experiencias sexuales en un baño, ni comentan a quiénes le dieron y a quiénes les quieren dar... este jovencito estaba haciendo un resume de su vida sexual. No me cae bien, la Princesa de las Borboletas necesita de un caballero y... como dicen los hombres cuando son novios o lo pretenden "los caballeros no tienen memoria".
Es como un gran hermano, terrible, sigue con lo de los seis grados de separación, nunca se sabe quién esta en el baño pillando a tu lado, quién se retoca el maquillaje a tu lado, quién cena en la mesa contigua, por eso mi mamá y mi papá siempre me dijeron que no hay que dar nombres cuando uno se encuentra en un lugar público. Recuerdo que hace muchos años, recién cortaba con mi primer novio y sabía que él estaba con una chirusita, fui a una fiesta con mis amigas y en la entrada esta chica hablaba de él con sus amigas, me puso como loca, sacó la perra que hay en mí y supongo que fue la última vez que habló de él en esos términos, el fantasma de la ex entró en escena y ahí estaba yo, reteniendo lo que había sido mío, dandole otra oportunidad.
Gracias a mis amigos que me cuidan, que se infiltran.
Por un mundo sin chismes de baño.
Es un baile de máscaras.

3 comentarios:

Jota dijo...

Felicitaciones



(no busques candidatos, es como medio triste; ya te vas a chocar con uno)

D dijo...

Gracias J

Es sumamente triste buscar candidatos, estamos de acuerdo.
Por lo pronto, no quiero ni chocarme, ni rozar con alguno.

Anónimo dijo...

Por qué no leí esto hasta hoy??