miércoles, 8 de abril de 2009

Justificado

Mi existencia por momentos llega al punto en que se convierte en monótona y tengo miedo a acostumbrarme y vivir pasivamente. Mi cerebro por momentos me traiciona, no me deja manejarlo a mi antojo y tengo miedo de tener que tomar pastillas para la memoria. Mi cuerpo por momentos me duele, se traba y tengo miedo de que me diagnostiquen artrosis adolescente. Mi cara por momentos se hincha y tengo miedo de convertirme en un pez globo.

No puedo recordar en qué medio de comunicación leí o escuché una referencia a las mujeres post 85, increíble! no soy la única que piensa en la velocidad que tienen esas jovencitas, en sus métodos para la seducción y demases, podría considerarse casi un nuevo paradigma. Me enorgullece pertenecer a la generación anterior y veo con ojos asombrados sus comportamientos, raro es que hace tanto lo observo y todavía no logro acostumbrarme, lo que es peor, cada día los encuentro más aborrecibles. Pueden decir que es por envidia, lo cual niego porque ese potencial de convertirse en objetos para la seducción lo tenemos todas, también la capacidad de poder tener sexo sin amor. Pueden decir que las que piensan como yo son más inseguras lo cual niego también rotundamente, y me atrevo a hacer espejito rebotín, yo sé de lo que soy capaz, de lo que puedo generar cuando lo propongo y no tengo la necesidad de demostrármelo ni a mi ni a nadie, no necesito mirarme en el espejo diez veces por minuto para ver si haciendo trompita soy linda o no, no necesito sacarme fotos con poca ropa, no necesito vestirme con poca ropa ni con pantalones entangados para que los demás puedan ver lo que hay abajo, no necesito un tatuaje donde comienza el culo para invitar a los que miran a usar su imaginación ni un aro en la lengua para que fantaseen. No soy una anti todo tampoco, ni una vieja retrograda, no salgo a tirar bolitas de pintura a las que no son como yo, pero me da miedo que no se pueda romper con este proceso de cosificación y vulgarización, de uso del cuerpo para generar y no para sentir, que las nuevas generaciones la promuevan en lugar de romperla, que hagan el jueguito de la libertad sexual y la igualdad de género y se defiendan con el trillado -si fuera un pibe sería un capo, como soy mina soy puta- sigan reproduciendo el orden de mujer que debe seducir constantemente mediante el cuerpo y que busca la aprobación del otro género.

Menos mal que soy princesa. Cómo cuesta mantener el mundo imaginario.
Hace poco comprendí el significado de una palabra que es genial: transparencia, eso es lo que anda faltando.


*las generalizaciones no son buenas pero son prácticas para ilustrar lo que estoy pensando