Sensual Roses Body Cream

Mi ángel de la guarda se llama Nicolás, se lo puse en 4to grado, antes de tomar la comunión, obviamente lleva ese nombre por que así se llamaba el chico que para ese entonces me gustaba, igualmente, nunca quise ser monja para vivir en el cielito santo con él, quise ser virgen y eso puedo decir que lo logré. Siempre pensé que las vírgenes tuvieron vidas más divers que las hermanas, carmelitas o no. Tuve una regresión hoy, a ese momento místico por llamarlo de alguna manera. Ayer pasé por una fuerte crisis sentimental, y como suele sucederme en esos días, mi amigable reproductor de mp3 siempre me tira en shuffle el tema indicado. Era miércoles, 09.45, me dispuse a salir a comprarme unas bases cuyo costo estaba dentro de mi planificación mensual, cierro la puerta, le doy play y empieza el tema.... cuando uno no ama compra y es verdad!, Cabeza de Medusa. Llego a mi primer destino y esas dos bases se convirtieron en un par de cositas que son "indispensables" para mi maletin archi repleto de plastipinturitas. Salgo y como todavía tenía algo de tiempo, decido pasar por algún local a ver un jean y de esa manera aprovechar el "super miércoles mujer" con el que mi banco me debilita, por suerte, estaba cerrado.
Mi día laboral fue bastante bueno, y en la cadena diaria de mails, el tema fue las "crisis", no era yo la única que estaba "especial" en ese día gris, me hizo sentir mejor. Mi amiga V se ofreció a acompañarme cuando salía a ver el jean, ahora que lo pienso, quizás que vino para controlarme y que no me gaste el sueldo entero, pero creo que su fin era hacer tiempo para el partido de boquita. Hice tiempo en el salón femenino y nos encontramos. Llegamos a destino.
Me lo compro, salgo, fumo, entro, damos una vuelta por otros locales, caigo en el que vende todas cositas lindas, ricas, que levantan el autoestima con un aroma, me compro dos cremas, tengo excusa, se las voy a regalar a mi madre y mis hermanas y a mi, claro, uso compartido.
Ahora, el momento del café, con porción de torta aunque eran las 9 de la noche. Hago catarsis criticando otra gente. Hagamos cuentas V, no, mejor no, me rehúso, todavía no empecé a disfrutar de mis auto regalos como para decir que valieron la pena, estaba "sensible" todavía. Gasté más de lo que debía, pero justo lo que podía.
Hoy me levanté mejor que ayer, me bañé con toda la ilusión de usar luego mis bases nuevas, mi crema nueva y no mi jean nuevo por que hoy no es viernes. Me encremé y de golpe sentí el olor a rosas, me transportó tanto, que por un momento me volví una virgen tallada en madera del vaticano, me tomó unos minutos caer en que no tengo el culo tan duro, no soy una virgen.