martes, 14 de octubre de 2008

Un beso otro beso y la pena se va con el humo

El ante último finde largo del año me dejó bastante, no solo un dolor de abdomen por la risa.
El sábado por la mañana rendí, fuimos a almorzar con mi flia y en el camino pensé que este finde iba a comer con las manos, si, como si fuese marroquí o india, desafié a todos los que estaban en la mesa y comí parrillada, ensalada, papas fritas todo todito con las manos, sin la ayuda de ningún cubierto, corté con los dedos, empujé con los dedos, fue un placer inexplicable y me sentí orgullosa de mi misma cuando pedí mousse de maracuyá y la comí también con mis manitas. Me ayudé de un limón para limpiarme entre plato y plato.
Compré nuevas amigas para mis plantas, unas tienen casa nueva, una maceta que encontré que se llama Delfi, la tenía que comprar. Hay mucha alegría, se las ve contentas, crecen y juegan.
El domingo por la noche salí con mi amigo M a tomar unas cervezas y hablar de la existencia de seres cortados con la misma tijera que crean falsas expectativas y, dijo que ahora entendía de lo que yo le hablaba cuando le decía que no encontraba persona del sexo masculino que me atraiga con el que se pueda hablar y encontrar una conexión distinta, que no haga falta hacerse la linda ni pretender histeriquear para hacerse la difícil, le sucede lo mismo pero con mi sexo. Hablamos de las perversiones masculinas y sigo sosteniendo que el hombre que le pide a una mujer que se depile la pelvis completa, es un perverso.
Lunes por la noche fui testigo de algo genial, dos chilenas de 53 y 56 años, recién operadas de lifting, se quedan en mi casa, una se enteró que su ex marido se casó al otro día de que le saliera el divorcio, cenamos, tomaron un poco de vino y decidieron que querían fumar un poco de hierba, Delfina sacó su cajita mágica y les convidó, mi vieja y ellas dos fumaron, la pasaron absolutamente genial, se rieron hasta que por poco se les salen los puntos.
Conclusiones: yo cuando tenga esa edad no quiero ser una vieja chota, quiero poder juntarme con mis amigas cada tanto y que la hija de alguna nos convide; voy a seguir comiendo con las manos cada vez que pueda, por lo menos los fines de semana; mis problemas existenciales no son solo míos.
Me acordé de Las Invasiones Bárbaras y de El Jardín de la Alegría.

3 comentarios:

Jota dijo...

ya lograste sacarte la grasa de las manos por la parrillada?

Anónimo dijo...

tenes la mamá mas copada del mundo, debes haber salido a tu papá :p jajaja

Unknown dijo...

Gracias por omitir la parte en la que fuiste a la cancha conmigo :P